Aneto 2014 3

De nuevo, la sección de Montañismo del Club Litera Montaña organizó el tradicional ascenso al Aneto que, como cada año, se viene celebrando el fin de semana que marca el inicio del verano. Fueron veintidós socios del Club de muy diversas procedencias los que participaron en la actividad, atraídos por el magnetismo que emana de las cumbres emblemáticas. Todos se reunieron en la Besurta el sábado 21 a las 17:30 y con todo el material necesario a cuestas ascendieron al refugio de la Renclusa, donde pasarían la noche. En esa magnífica instalación montañera, a 2140 m. de altitud y al pie de las cumbres más altas del pirineo, disfrutaron de una opipara cena y unas cómodas literas para prepararse para el esfuerzo del día siguiente. El domingo 22 tomaron el desayuno antes de despuntar el alba y comenzaron a caminar cinco minutos antes de las 6:00. Las primeras luces del día teñían el cielo de azul mientras se calzaban los crampones ya que este año la nieve comienza poco más arriba del refugio. Así, poquito a poco, en dos horas habían vencido la primera subida para luego realizar una corta travesía lateral y alcanzar el portillón superior, desde donde el pico Aneto y su glaciar lucen una vista espectacular. Los montañeros, como hormiguitas, formaban largas filas a través del glaciar en dirección al collado de Coronas, donde descansarían un momento antes de afrontar el «revientachulos», ultima subida que finaliza en la antecima, justo antes del puente de Mahoma. Aquí los montañeros tuvieron que hacer una pausa ya que un montañero herido estaba esperando la llegada del helicóptero de la Guardia Civil para evacuarlo y por seguridad no debía cruzar nadie el paso. Una vez finalizaron las maniobras de rescate con éxito, atravesaron el paso de Mahoma con la precaución necesaria, asegurando con cuerda a quien lo precisó y todo el grupo realizó cima, quedando así patente el gran trabajo de equipo realizado. El día era estupendo, en la cima se podía estar en camiseta y la alegría embargaba a los integrantes del grupo que realizaban esta ascensión por primera vez. El descenso sin percances y con la nieve en un estado aceptable los dejó de nuevo en la Renclusa, cansados pero muy contentos. Al final, antes del regreso, tomaron algo fresco y descansaron un ratito en La Besurta, pensando ya cuáles serán los siguientes picos en conquistar.

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