Tocaba subir al Tuc de Monges, en la Vall de Boi, pero era mojadura segura. Así que tras el café en Arén decido que vamos a ir a la Serra de Sant Gervas, subiremos desde Torre de Tamurcia.
Empezamos bajando una pista, que luego a la vuelta tendremos que subir, por lo que no empezamos bien que digamos… La pista llega hasta el barranco que cruzamos de un saltito y empezamos a subir y subir y no paramos de SUBIR hasta el final. Primero vamos hasta la ermita de Sant Gervas, paramos a descansar, ya vamos todos de manga corta.
A partir de ahora el sendero está marcado, y menos mal, por líneas de pintura amarilla y muchos mojones que en una subida a caraperro, nos acerca a los murallones de la sierra, cuando ya los tocamos, aprovechamos para descansar la sudada mientras miramos las numerosas vías de escalada de la zona.
Seguimos la pared hacia el este unos 15 minutos y nos encontramos con una fractura en la pared oculta por un muro paralelo a muralla, es el paso de el Portus que nos permite acceder a la cara norte de la sierra de Sant Gervas, en este collado tenemos varias opciones, de frente iríamos a Adons, al oeste subiriamos a la Pala de Teller y a la derecha hacia donde nosotros vamos, a pico de Sant Gervas.
Toca subir otra vez pero ahora sudados y con viento, así que sin parar, media hora de subida al vértice del pico. El sol no lo vimos en toda la subida pero ahora hay niebla hacia el norte y nubes bajas hacia el sur, parece un día de diciembre en Binéfar. Picamos algo y para abajo que daban lluvias para dentro de una hora.
La bajada es por el mismo recorrido de la subida pero mucho más rápido. Pensamos en comer en la ermita pero cuatro gotas nos animan a seguir hasta los coches… por si acaso.
Llegamos justos para apenas mojarnos. Al final algo más 1000 metros de desnivel en este sorprendente sendero sobre todo hacia el Portus, vale la pena acercarse.






