El Domingo 26 de Septiembre, 7 Barranquistas del Club Litera, procedentes de Huesca, Ainzón y Binefar, nos encontramos en el Area de Monrepós para dirigirnos hacia el paso fronterizo del Portalet y realizar en la zona de Laruns uno de los grandes clásicos del lado francés, el Barranco Bitet Inferior.
Barranco acuático, espectacular y muy peligroso con caudal elevado. Por desgracia ningún miembro del grupo lo había descendido antes, por lo tanto debemos tomar todas las precauciones, lo primero la comprobación del nivel, una regla de medición en el final del barranco nos indica que esta en los límites aceptables.
Despues de media hora de aproximación por pista forestal, llegamos a un puente, final del Bitet Superior e inicio del inferior. Nos equipamos e iniciamos el descenso. El agua está bastante fría y el suelo es muy resbaladizo, tenemos que andar con suma precaución.
Un primer rapel corto que nos lleva hasta otro con obligación de montar un pasamanos para acceder a la instalación. Al llegar a la recepción empezamos a notar la fuerza del agua, desde luego no es un barranco para recién iniciados. Las instalaciones son de calidad, pero los accesos complicados, y tenemos que montar pasamanos de seguridad en casi todos los rapeles.
El barranco es tremendamente bonito, formaciones de granitto espectaculares, todo cubierto de una pátina de verde musgo y como techo las hojas de un hayedo precioso. Aun así no podemos disfrutar tanto de la estética, el barranco requiere toda nuestra pericia y atención.
Nuestro horario no es bueno, hemos empezado algo tarde, y además avanzamos despacio y con precaución debido al desconocimiento del Cañon. A mitad de barranco hay un escape muy claro que ya conocíamos de las reseñas, y decidimos salir del cauce, no queremos arriesgarnos a una jornada demasiado larga, y en varios miembros del grupo el frio del agua empieza a hacer mella.
Una vez en España tomando un refresco, nos confabulamos para volver en un futuro con mejor horario, y sabiendo que hoy hemos tomado la decisión adecuada, a veces hay que saber renunciar.