Valle de Trigoniero


El pasado domingo día 16, 11 montañeros del Club Litera nos desplazamos a la Bal de Bielsa para realizar la actividad de media montaña correspondiente al mes de Abril.

Tras dejar los coches en el parking de la antigua aduana de Bielsa, cruzamos el puente del río Barrosa para tomar la senda PR-HU- 180 bien marcada que nos llevará por la margen izquierda del barranco de Trigonier, a ratos en un suave y otros no tan suave pero continuo ascenso, entre un bosque de pinos, abetos y boj, hasta el gran circo final del valle.

Durante el trayecto el ruido de las aguas del barranco se va entrelazando con el ruido del viento entre los árboles, de momento estamos al reparo del bosque, pero ya se intuye lo que nos espera a la salida del mismo.

Tras atravesar la última zona de pinos negros, se sale del bosque y se atraviesa una zona herbosa para cruzar el puente que nos salva del torrente, donde apreciamos una de las hermosas pequeñas cascadas que tiene este barranco, parada obligada para la toma de fotos.

Tras un último repecho llegamos a la plana el cabo donde ya podemos contemplar la espectacular planicie herbosa de este valle y al fondo el refugio de Trigonier, restaurado hace unos años y al cual vamos para realizar nuestra primera parada para retomar fuerzas.

Tras un breve descanso resguardados en el refugio del viento, retomamos nuestro camino dirección el puerto de Trigoniero, seguimos ascendiendo por el sendero que discurre por la derecha del refugio y poco a poco vamos ganando altura hasta llegar a la pleta de pastores del Plan de Marcatiecho, desde esta plana las vistas se vuelven más invernales, pues aun quedan bastantes lenguas y restos de nieve de las pocas nevadas de este invierno.

Buscamos el mejor lugar para atravesar el riachuelo, en este lado del valle el viento ha cesado, lo que se agradece para poder encarar nuestro objetivo del día que no es más que la primera loma que vemos a nuestra izquierda desde la plana, una vez cruzado el riachuelo ya solo nos queda el ultimo gran esfuerzo, pues la pendiente se endurece a cada paso que damos por la zona herbosa hasta llegar a la cima de la loma.

El esfuerzo ha merecido la pena, las vistas desde la cima de la loma del valle de Trigoniero son espectaculares. Tomamos aire a la vez que las fotos de rigor y tras un descanso, retomamos la bajada deshaciendo nuestros pasos hasta el refugio de Trigoniero, donde paramos nuevamente a descansar, comer y hacer la foto de grupo.

Tras el merecido descanso, continuamos bajando nuevamente hasta el aparcamiento, la belleza de este rincón de nuestro pirineo, más desconocido y solitario, no ha dejado indiferente a nadie.