El sábado 25 de marzo, un grupo de ocho barranquistas del Club Litera se encontraron en la Hospedería de Bierge, para dirigirse al barranco Fondo.
Este barranco es uno de los muchos afluentes del Balced por su derecha orográfica, bien formado y con dos partes bien diferenciadas. Una primera más abierta, seca y con los rápeles más largos, y una final muy estrecha, profunda y oscura, ya con pozas permanentes y con numerosos destrepes.
El barranco comienza con el rapel más largo de unos 23 metros, seguidos de varios más que superan los 15. Esta primera parte no da tregua y vamos enlazando un rápel detrás de otro.
Conforme avanzamos los rápeles se van estrechando. Llegamos a otro de 20 metros muy estético.
Hace un día veraniego y vamos sudando lo nuestro, esperamos encontrar pronto alguna poza, pero este año se nota la sequía, ya que hasta que no llegamos a la parte estrecha final, no encontramos agua.
Nos reagrupamos antes de abordar esta última parte, sin duda la más bonita del barranco.
Un par más de rápeles cortos nos dejan ya dentro de los estrechos. Aquí ya no se puede evitar el agua.
Vamos destrepando en oposición y caminando entre paredes por las en ocasiones casi no cabemos, a veces a oscuras, pero maravillados por este final.
Poco a poco va entrando más luz hasta que todo se abre de nuevo y llegamos a la confluencia con el río Balced. Qué pena que se acabe!
Comenzamos a remontar el Balced hasta encontrar el camino que ya por senda nos dejará en el Tranco de las olas.
Paramos a comer en este bonito lugar.
Alguno que pensaba en darse un chapuzón después del calor pasado, se lo piensa al meter los pies. El agua está muy fría!
Ya solo nos queda seguir el camino en ascenso, que en una hora nos deja de nuevo en el parking dónde tenemos los coches.
El día acaba dónde empezó, en la hospedería de Bierge con una cerveza y buena compañía.