El domingo 20 de noviembre, un grupo de diez barranquistas del Club Litera se encontraron en el parking de la Tejería, para dirigirse al barranco de la Predicadera.
Este desconocido barranco se encuentra en el macizo de la Predicadera, que le da nombre, y es una conocida zona de escalada.
Es un bonito pero corto descenso que tiene como principal atractivo su rapel final de 56 metros, la mayoría de ellos volados.
El día está frío y nos cuesta un rato entrar en calor. Cogemos la pista ascendiente y en poco tiempo ya tenemos a la vista toda la zona de escalada.
Una vez en la base hay que coger el camino a la izquierda que asciende hacía el pico Mondinera y una vez pasado un bolo característico conocido como el Pito, estar atento a un desvío que sale a la derecha.
Desde ahí ya podemos vislumbrar nuestro barranco y el rápel final.
Seguimos subiendo sin tregua y una vez llegados a la parte superior ya sólo queda buscar la entrada más evidente al barranco.
Parece que las últimas lluvias han hecho un poco de efecto y ya encontramos agua en la primera poza, aunque se puede evitar sin problemas.
Un primer rápel corto y varios destrepes más nos dejan en el rápel de 13 metros, para continuar con otro de 7 que nos dejan en la poza del rápel final.
Aquí no hay cabida para muchas personas, así que los barranquistas van esperando su turno.
La cara va cambiando conforme se acercan a la reunión y se preparan para el descenso. El patio impresiona. Pero una vez empiezan a bajar el miedo pasa y sólo queda disfrutar de este impresionante final.
Poco a poco bajo la atenta mirada de los de abajo, desciende el resto de barranquistas.
Una vez reagrupados ya sólo nos queda seguir descendiendo hasta llegar a la pista de aproximación, y seguir el camino de vuelta al coche.
Buscamos un sitio dónde no pegue el aire y haya sol para comer, y mientras damos buena cuenta de la comida y el postre que siempre nos trae el bueno de Chusé, comentamos el descubrimiento de este barranco.
Sin duda para repetir.







