IBÓN DE PIEDRAFITA DESDE TRAMACASTILLA


No madrugamos demasiado y vamos hacia Tramacastilla con la idea de empezar sobre las 10 de la mañana. El día pinta fresco y las nubes de la fronteriza amenazan con echársenos encima durante la jornada.

Nos juntamos un total de 11 personas, los cuales nos dividimos casi en partes iguales para la carrera corta, de 20 km y +900 m de desnivel, y la carrera larga de casi 30 km y +1200 m de desnivel.

En el itinerario corto, a mitad de la subida del pueblo se gira a la izquierda que, tras un par de kilómetros de suave llano ideales para calentar, nos acerca hasta el inicio del bosque del Betato. Cogiendo un desvío a la derecha nos introducimos en el bosque que nos recibe con un trazado cubierto por un manto de hoja y que obliga a aflojar el ritmo en los primeros repechos. Poco a poco el bosque se va abriendo y llegamos a la pista que viene de Lacuniacha. Siguiendo los alcorces en poco más de hora y media llegaremos hasta el ibón de Piedrafita y su gran estampa con la Peña Telera al fondo.

Pequeño descanso, foto y continuamos para el arco de Piedrafita. Zona relativamente llana que resulta rápida y divertida hasta que encaramos la fuerte subida de casi 400m de desnivel que nos llevará hasta la curiosa formación geológica. Nuevamente un poco de descanso, fotos y para abajo. Una vez llegamos a la base de la subida continuamos la ruta hacia la derecha, dirección contraria a la que vinimos. En suave bajada nos iremos metiendo nuevamente en el bosque, primero por senda y luego por una pista que nos llevará a Lacuniacha y despúes al pueblo de Piedrafita de Jaca.

Desde aquí nos quedan unos 5 km que nos acabaron llevando hasta el bosque del Betato. Los últimos 2 km comparte con el inicio de la ruta.

El grupo de la carrera larga sigue la pista de la Partacua para encontrarse con el ibón de Tramacastilla a los 8 km. Desde ahí continúan por la pista 10 km más hasta llegar al ibón de Piedrafita. Al igual que la corta, suben hasta el arco de Piedrafita pero la bajada no toman el mismo camino sino que vuelven sobre sus pasos y encaran la bajada hacia el bosque del Betato por el mismo itinerario que el otro grupo tomó de subida.

El resultado, una jornada insuperable. En la que todo el mundo quedó satisfecho y con ganas de volver a calzarse las zapatillas para recorrer muchos más kilómetros por la naturaleza.