Una ventana en la pandemia


El domingo la sección de media montaña, reunió a trece montañeros en el aparcamiento de Astún, para ascender a la panorámica cima del pico de los Monjes. Las ultimas borrascas habían dejado un imponente manto blanco, sobre las laderas de la montaña y las gélidas noches posteriores, hacían imposible transitar sin piolet y crampones más allá del ibón de Escalar.

La meteo favorable y las impresionantes vistas, invitaban a disfrutar de la montaña por lo que variamos nuestro itinerario, y nos encaminamos hacia el ibón de las truchas. Desde allí aprovechando las pistas de esquí y procurando no perder altura, recorrimos todo el anfiteatro de Astun, para terminar ascendiendo a la cima de La Raca de 2230mts. Esta cima no resulta muy atractiva por las antenas y el telesilla que la coronan, pero es un mirador privilegiado. Comerse el bocadillo contemplando la alpina cara norte del Aspe tapizada de blanco y dejar volar la mirada, hasta las montañas de Navarra, no tiene precio. Asomarse al acantilado para ver la Canal Roya mil metros debajo de nuestros pies, o la soberbia pirámide del Midí d´Ossau, tampoco.

La bajada la hicimos directos por las pistas, la nieve reblandecida por el sol, nos permitía lanzarnos con seguridad por las pendientes y en un abrir y cerrar de ojos llegábamos al aparcamiento, muy satisfechos del retorno a la montaña y el reencuentro con los amigos. Pero también muy conscientes que de nuestro comportamiento depende el que podamos volver a disfrutar de días como del de hoy.

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