Entre Elsa y Fabien, viajaba una pequeña ventana a la que nos quisimos asomar los montañeros del Club Litera de Binéfar, y para ello nos acercamos hasta Canfranc, dispuestos a escalar hasta la cima de La Moleta.
Comenzamos la ascensión por la empinada senda del Carretón, mientras una fina aguanieve se escurría entre las ramas de los árboles, eran los restos de Elsa que había estado haciendo estragos por buena parte de la península.
Por encima de los 1500metros la nieve cubría la senda y dificultaba el avance, mientras a nuestra espalda comenzaban a abrirse grandes claros, que nos ofrecían espectaculares imágenes del macizo del Aspe y nos animaban a proseguir subiendo con esperanza de hacer cumbre.
Cuando superamos el bosque, desde un pequeño collado nos asomamos al valle de Ip, donde el sol coronaba por encima de Collarada y nos regalaba un cálido abrazo. Continuamos por la despoblada ladera, caminando sobre nieve dura y venteada, disfrutando de la impresionante cara norte de Collarada , pero por el oeste ya asomaba amenazante Fabien que iba cubriendo de oscuridad el horizonte y nos enviaba violentas ráfagas de viento.
Aun nos quedaba un rato para la cima y seguro que nos iba a pillar, la suerte estaba echada y emprendimos el descenso. Bajamos sin contratiempos, pero la nieve y más abajo la lluvia, nos acompañaron hasta los coches donde pudimos ponernos ropa seca y reponer fuerzas.