El pasado sábado, el club se desplazó a Cerler para que un grupo de montañeros pudieran conocer el completo deporte del esquí de montaña. Después de unas pequeñas instrucciones para conocer el material y las técnicas básicas para moverse con los esquís, los aguerridos socios practicaron mil y una vueltas marías con las consecuentes caídas provocadas por las malas condiciones de la nieve por las altas temperaturas.
Después de muchas explicaciones y risas llegaron todos a la ansiada cima del pico Cerler. Las vistas del Pirineo y las sonrisas por haber llegado a la cima de una manera distinta reflejaban en las caras de los cursillistas una gran satisfacción. Sólo quedaba el reconfortante descenso disfrutando cada metro de bajada.
Una vez abajo se despidieron, no sin antes decir «nos vemos en el monte».