Cuniacha al arco natural de Piedrafita e Ibon de Piedrafita


El pasado domingo un grupo formado por 23 senderistas del Club Litera, nos dirigimos al Valle de Tena, más concretamente a la zona de Piedrafita. Esta zona ya ha sido visitada varias veces por nuestra sección de senderismo, pero esta vez nuestro objetivo principal es el Arco natural de Piedrafita. Esta maravilla geológica suele ser visitada desde el Ibón del mismo nombre, pero en éste caso nosotros vamos a realizar una ruta circular ascendiendo por la vertiente opuesta. Partiendo del parking de la Cuniacha, descendemos unos metros por la carretera de llegada para coger una amplia pista junto a una granja que nos lleva en dirección Sur, al cabo de unos 10 minutos nos encontramos un hito de piedras que nos llevará en ascenso dirección Noroeste.  La senda no está muy marcada y debemos estar atentos a los hitos que nos van guiando. La mañana es perfecta para hacer monte, sol, temperatura agradable y un entorno verde manchado de una diversidad de flores primaverales que adornan cada paso del camino. Al cabo de poco tiempo dejamos el bosque para llegar a una zona de prados, desde aquí ya podemos divisar nuestro objetivo camuflado entre las impresionantes paredes de la Sierra de la Partacua, el magnífico Arco Natural. Seguimos en ascenso directo hacia el cruzando la senda que proviene del Ibón de Piedrafita. Esta es la parte más dura del recorrido, ya que la parte final del ascenso se desarrolla por una pedrera algo rota. Aún así alcanzamos fácilmente el pie del Pétreo Arco. Nos maravillamos ante la majestuosidad de éste capricho de la naturaleza.
Podemos acceder a su parte superior curiosamente poblado de coronas de Rey a punto de florecer y recrearnos con las vistas sobre el Valle del Gallego, las cimas de la zona de Panticosa y el macizo del Anayet. Después de disfrutar del lugar y hacer las fotos de rigor, retomamos nuestra ruta hacia el Ibón, en poco rato llegamos a éste idílico lugar, ideal para comer ante la belleza de sus aguas con la magnífica Peña Telera al fondo. Aprovechamos para tomar el sol y darnos algún chapuzón en las frías aguas.
Tristemente llega la hora del descenso, no sin antes dar una vuelta completa para contemplar el Ibón desde todos sus ángulos. Bajamos siguiendo el arroyo de desagüe, siguiendo las marcas de PR que nos sirven de atajo para evitar al máximo la pista para vehículos. Llegamos a la Cuniacha donde termina nuestro recorrido. En el retorno a casa paramos en Biescas para tomar un refresco y poder comentar con Alegría el día tan bonito que hemos podido disfrutar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.