Un grupo de barranquistas del Club Litera nos dimos cita en el parking del inicio de la Foz de Fago, para realizar el descenso del barranco. Habíamos estado visitándolo el pasado otoño, después de una interminable sequía. Aún así nos pareció muy bello, y nos conjuramos para regresar en el momento que el caudal fuera el adecuado. Por desgracia nos encontramos con mucha gente que habían tenido la misma idea. Los aparcamientos estaban a rebosar y en el barranco nos encontramos varios grupos como el nuestro. A pesar de todo pudimos disfrutar de la Foz en todo su esplendor.
Después de una primera parte más abierta en la que podemos practicar los primeros saltos en unas pozas frescas y cristalinas, nos encontramos con el primer rapel, una vez descendido comienza la zona más bella del barranco. Las paredes se hacen más profundas, y se forran de una pátina de musgo, el color del agua se transforma en un verde esmeralda brillante, innumerables puentes de roca y ventanas naturales en su roca caliza, todo ello acompañado de una variada y exuberante vegetación. Estamos sin lugar a dudas en uno de los rincones de mayor belleza de todos los barrancos oscenses. Proseguimos el descenso con varios rapeles, algunos saltables, las pozas son mucho más profundas y frías que en el inicio. En la parte final nos encontramos con el enorme “sifón “, debemos pasarlo por su parte superior, ayudados de una cadena bien instalada. Un último rapel para terminar en una fría badina en la que aprovechamos para disfrutar de los últimos saltos. Desde aquí 15 minutos hasta el parking de salida donde previamente habíamos dejado un coche para la recepción.