Sábado 19 de septiembre, 10:00 de la mañana, 35 personas salieron dirección a Panillo. Allí visitaron el templo budista y practicaron Geocaching buscando el geocaché escondido cerca del templo. Lo encontraron. Después se dirigieron a la Aldea de Puy de Cinca y se repartieron por las habitaciones antes de echarle un vistazo al lugar. Más tarde realizaron al aire libre una comida a compartir entre todos los participantes. Por la tarde realizaron una actividad de escalada y tras la merienda se bañaron junto al embarcadero en el pantala de El Grado. Por la noche, abrigados y con linternas y frontales, salieron a caminar por los alrededores, mientras los padres y madres más hábiles con la cocina preparaban la cena: longaniza, chorizo, tortilla… Tras los postres la velada transcurrió con música, bailes y juegos. Cuando los pequeños ya dormían, los mayores acudieron al embarcadero para disfrutar de la luna y las estrellas.
Al día siguiente, el domingo 20, tras el toque de diana, desayunaron en la Aldea y realizaron una ruta de senderismo hasta el cercano pueblo deshabitado de Lapenilla. Los pequeños fueron en todo momento atentos a las plantas y los animales que hallaban a su paso. Mientras, otro grupo de padres y madres cocineros preparaban una paella para todo el grupo. Al finalizar tan opíparo banquete, los más pequeños disfrutaron jugando con los animales de la granja: gallinas, patos, burros, gatos… Y para terminar el fin de semana, realizaron una actividad de Kayak durante toda la tarde, navegando sobre las aguas del pantano hasta que cayó sobre ellos la luz del atardecer.
Esta experiencia, de dos días no la podremos olvidar, tanto niños como adultos porque ha sido espectacular.