Senderismo en la Bal de Chistau


El domingo 7 de junio, 20 senderistas del Club Litera de Montaña, se reunieron temprano para subir a Plan y realizar una excursión por el entorno del Valle de Gistaín. El día amaneció soleado. Una vez llegaron a Plan, a través de una pista que discurre paralela al río comenzaron la marcha rumbo a San Juan Plan, desde allí y tras un par de kilómetros por carretera en suave subida, llegaron al “Puen Pecadó” (cota 1.190) que se alza 50 mts sobre el río Zinqueta. Destacan a los lados del puente unos preciosos tilos. Cuenta la leyenda que desde el citado puente arrojaban a los pecadores y condenados. Impresiona la vista que ofrece. Tras la parada y las fotos, los senderistas literanos comenzaron el ascenso al Tozal de la Mosquera(cota1.390) y a las Bordas de Puyarruego (cota 1.610). El sendero discurría a tramos empedrado, muy bonito, y rico en vegetación (avellanos, bojes, tilos…). Al llegar al Tozal de la Mosquera, tras media hora de caminata, la vista es espléndida, montañas, el valle y San Juan de Plan a nuestros pies. Continúa la ascensión por un sendero de similares características, pero que discurre en algunos puntos más cerrado, o esa es la impresión que da, vamos viendo algunas tapias y comienzan las bordas, algunas de ellas preciosas. Llegamos a un abrevadero, donde nos reagrupamos y hacemos una pequeña parada, queda poco para acabar el tramo de la excursión que es en ascenso. El sendero nos deja en una pista, y desde allí las vistas son inmejorables, la Peña de las Once, la de Mediodía, el macizo de Punta Yerga…Tomamos la pista y empezamos a bajar suavemente por ella. Cruzamos por un puente el barranco del Sen, la pista tiene mucho arbolado, lo que se agradece no solo por la vista que nos ofrece, sino también por la sombra que nos da, ya que la temperatura empieza a ser alta. Vamos viendo durante bastante parte del recorrido el pantano de Plandescún, tras una hora de caminata enlazamos con otra pista, que recorremos en suave descenso hasta que llegamos a la bifurcación que nos permite tomar nuevamente un sendero, que nos conduce a la ermita de San Mamés. El entorno de la ermita llama nuestra atención por la cantidad de bordas que encontramos y por el paisaje que podemos admirar. Además, el lugar nos parece cómodo para comer, y eso es lo que hacemos, reponer fuerzas. Tras la comida, el descanso y la foto del grupo, tomamos la pista y después el sendero, que en bajada, en algunos tramos pronunciada, nos lleva a San Juan de Plan. Tras callejear por el pueblo tomamos el antiguo sendero que nos deja en Plan, terminando allí la excursión. Con la llegaba a Plan, el cielo se nubla y empieza a llover, lo que también resulta gratificante, ya que al final de la jornada, el calor se empieza a notar.

Fotos

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