Los pasados días festivos de la semana santa fueron aprovechados por cuatro senderistas del Club Litera que viajaron a Teruel para recorrer los primeros 150 km de la senda GR-8 en cinco jornadas. El primer día comenzaron a caminar en Beceite para dirigirse al refugio de Fonferrera, en la provincia de Tarragona y que es el punto de inicio oficial del GR-8. Durante esta jornada recorrieron 29 km. junto al río Matarraña a través del macizo de los Puertos de Beceite. Lamentablemente, debido a las lluvias de días anteriores, no pudieron recorrer la senda del Parrizal que transita por el lecho del río, así que tomaron el PR-TE 153 por las Moletes d’Arany que discurre a mayor altura. Una vez en el refugio, a descansar.
La segunda jornada comenzó en el refugio de Fonferrera, iniciando así realmente el recorrido del GR-8. Antes de comenzar a caminar de nuevo hacia Beceite se despidieron de Guti, el guarda del refugio. La senda, no demasiado bien balizada en este tramo, los llevó por pistas y sendas entre carrascas a una considerable altura media (el punto más alto se encontraba a 1200m.) para llegar a Beceite tras una fuerte bajada y haber recorrido 29,5 km.
Al día siguiente, tras descansar en Beceite, continuaron la senda en dirección a Peñarroya de Tastavins. Primero se dirigieron a la localidad de Fuentespalda, mayoritariamente por pistas, encontrando en el camino el embalse de Pena, lleno tras las últimas lluvias. Continuaron su caminar junto a almendros, olivos y campos de cereal, vislumbrando muy a lo lejos los peñones rocosos que flanquean Peñarroya, las Rocas del Masmut. Una vez llegados a Fuentespalda, descansaron un momento antes de proseguir. A partir de aquí la senda no está muy limpia y el camino se hizo pesado. Antes de llegar a Peñarroya encontraron el río Tastavins y el Monasterio de la Virgen de la Fuente. Al final, 27 km en esta etapa.
Para la cuarta jornada los caminantes tenían por delante la etapa más larga de todas: de Peñarroya de Tastavins a Aguaviva. Abandonaron Peñarroya a través de sus bellas callejuelas para salir en dirección a Monroyo. Como la etapa era larga, visitaron Monroyo rápidamente para poder proseguir. El paisaje era similar al de los días anteriores pero la senda estaba mucho mejor acondicionada y balizada, lo que favoreció el caminar. Tras 31 km, llega el merecido descanso en Aguaviva.
El quinto y último día fue la etapa que los llevó de Aguaviva a Las Planas. Caminaron por pistas hasta la localidad de Mas de las Matas. A partir de ahí el camino se hizo progresivamente más agreste. A partir de la Fuente de Lobo continuaron por senda a través de un bonito bosque hasta la localidad de Las Parras de Castellote donde se tomaron un pequeño descanso. Y a continuación el empujón final. Retomaron la marcha hacia Las Planas. El camino estuvo salpicado de campos, bosques, fuentes y bellos cursos de agua. Fue un gran colofón para esta gran ruta. Los senderistas buscarán una nueva oportunidad para continuar recorriendo Teruel por el GR-8. No faltarán kilómetros.