El pasado fin de semana las mochilas de los montañeros del club Litera, se quedaron arrinconadas tras conocer el fallecimiento de su amigo y compañero Lorenzo Sierra. El dramático accidente solo dejo espacio para la tristeza y el abatimiento, y los montañeros se volcaron en acompañar a la familia y despedir a tan apreciado compañero.
Los que le conocíamos bien , sabemos que el mejor homenaje a Lorenzo es seguir ascendiendo las montañas que tanto le gustaban , llevándolo en nuestro corazón y en nuestro pensamiento. Por ello los coordinadores de montañismo decidimos hacer este domingo la ascensión al pico Saboredo programada la semana anterior.
La madrugada del domingo salimos de Binéfar con dirección al valle de Arán, cruzamos las calles de Viella que empezaba a despertar y comenzamos la ascensión del puerto de la Bonaigua, cruzando múltiples urbanizaciones que duermen esperando la temporada de la nieve. Después de coronar el puerto, continuamos descendiendo unos pocos kilómetros en dirección a Sort, hasta llegar al aparcamiento junto a un telesilla donde comenzaría nuestra ruta. Cargamos las mochilas donde no faltaban piolets y crampones por si acaso, y comenzamos a caminar por una marcada senda que rápidamente se alejaba de las sinuosas curvas del puerto. Pronto la senda se adentra en un frondoso bosque de pinos, que rebosa de verdor y está salpicado de gran variedad de florecillas. El rumor de un torrente nos va anticipando que el agua será la gran protagonista en nuestra ruta de hoy, cuando alcanzamos la bucólica Estanyola de Gerber, una pequeña laguna rodeada de verdes prados y grandes montañas, las manos de los montañeros del club litera vuelan hacia sus cámaras fotográficas. Más arriba el Estany Petit no envidia en belleza al anterior y tras una breve repecho alcanzamos el rotundo e impresionante Estany de Gerber, desde el que ya se divisan las principales cimas de la zona. Ahora la senda trepa junta al lago y lo va rodeando hasta alcanzar una cascada que lanza sus frías aguas al camino y que a duras penas conseguimos evitar. Poniendo alguna mano superamos la senda que trepa por la pared de la cascada y deja atrás el bosque, ahora las sucesivas lagunas las vamos encontrando entre grandes bloques de granito o bajo las imponentes crestas que nos rodean. Cuando alcanzamos el refugio de Mataró, una cabaña metálica situada sobre una gran mole de piedra a salvo de los aludes, ya empezamos a sentir la proximidad de nuestro objetivo. Ahora viene la parte más dura, hay que superar un fuerte desnivel y la senda a ratos se pierde por incómodas pedreras. Sin prisa pero sin pausa alcanzamos el collado del Lac Glaçat, y después el collado de Amitges, desde aquí solo nos queda la pala final que con una pequeña trepada nos deja en la cima del pico Saboredo de 2824 mts. En la cima el espectáculo es magnífico y la vista se pierde por valles y montañas, aquí más que en ningún otro sitio sentimos a nuestro amigo Loren, y cuando un compañero saca una pequeña armónica, la melodía nos llena de lagrimas los ojos y nos hace sentirnos felices de haberte conocido y como tú ser montañeros. Tras el breve y espontáneo homenaje reponemos fuerzas para atacar la cima del pico Amitges de 2851 , que se encuentra frente a nosotros para seguidamente comenzar el descenso aprovechando para refrescarnos en las frías aguas del Estany Negre de Dalt.