Congosto del Mu


Son pocas las ocasiones que con una climatología tan desfavorable, peligrando incluso el “plan B” con el que podamos resolver las inclemencias del tiempo, se termina la jornada en tan buenas condiciones. La vida a veces es una apuesta, y hoy como tantas veces en el Club Litera, hemos apostado a por la mejor y lo hemos conseguido.

Teníamos previsto subir a los lagos de Molières, junto al túnel de Viella, pero cuando las previsiones confirmaron que no íbamos a ver nada y mucho menos disfrutarlo, los once senderistas del Club Litera optamos por unirnos a otros cinco del Club Montisonense, y todos a una nos dirigimos a la localidad leridana de Camarasa, concretamente a las inmediaciones de la Central hidroeléctrica del mismo nombre, lugar llamado “aiguabarreig” es decir el punto donde se unen y mezclan las aguas del río Noguera Pallaresa y del Segre.

Este lugar encajonado entre las moles calizas del Mont-roig y la Sierra de La Carbonera, será el punto de inicio de nuestra ruta, el llamado “Congost del Mu”, que viene a ser como un recorrido por un desfiladero impresionante y lleno de verdor. El agua es la protagonista y no porque esté lloviznando ligeramente, sino porque nada más allí, tenemos que encaramarnos a la pared de una de las laderas por medio de una pasarela metálica, y así superar un salto de agua artificial en forma de presa, que dado el enorme caudal del Segre este año, nos impresiona mucho.

Continuamos sin ganar altura hasta un puente colgante, que sobre las remansadas aguas nos sirvió para cambiar de orilla y remontar por su ladera mejorando a cada paso las vistas. Por momentos se nos ponía a llover pero eso no hizo mella en nuestras intenciones, y sin apenas descansos remontamos hacia el alto ó mirador de la Penalta, si bien como digo no fue del debido provecho a causa de la llovizna.

Descendimos de nuevo con tranquilidad, pero sin llegar abajo ahora seguimos el curso del río hacia la localidad de Alós de Balaguer, siguiendo una senda preciosa a media ladera y en buen estado, contemplando en todo momento el curso del río y el increíble paso que ha excavado en la roca. De nuevo salvamos los puntos más comprometidos por pasarelas que hacen del sendero un lugar muy frecuentado por todo tipo de personas.

Llegados al punto más alejado, hicimos el merecido descanso para comer y una vez repuestas las energías descendimos de nuevo hasta los coches repitiendo las mismas pasarelas y las mismas emociones,  que gracias a nuestra decisión pudimos contemplar.

Podemos destacar la buena armonía de todo el grupo, que si bien no nos conocíamos mucho acabamos todos en Sant Llorenç de Montgai (pueblo próximo) celebrando lo bien que lo pasamos. En total fueron 18,3 kilómetros, 7 horas de actividad y muchas ganas de regresar por estos lugares tan bonitos y llenos de posibilidades.

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