El sábado nos reunimos en Begur (Girona) la gran mayoría de los que íbamos a participar en la actividad y cenamos en la escuela con los instructores que el día siguiente nos iban a acompañar en el bautismo de buceo.
A las 8:30 horas del domingo quedamos en el centro de buceo de la cala Aiguablava de Begur con nuestros instructores de Begur Dive y después de una explicación de aproximadamente una hora de duración sobre el material, su uso, seguridad, como comunicarnos debajo del agua, etc… nos pusimos los neoprenos, nos cargamos el equipo de buceo: chaleco, botella de aire, unos pesos de plomo y la máscara, y así preparados nos dirigimos a la playa. Hicimos una serie de prácticas para ver como nos sentíamos debajo del agua respirando y con los chalecos puestos. Después de eso ya nos dividimos en pequeños grupos de dos o tres personas con un instructor cada uno y ¡empezamos a bucear!. Los más «valientes» llegaron a bajar hasta una profundidad de unos diez metros más o menos. Entre todos vimos mucha flora y fauna acuática, desde una estrella de mar hasta una barracuda (un gran pez) y diversos pececitos y anémonas.
Al finalizar la actividad, aún con la emoción de la novedad, ya nos cambiamos y nos relajamos un poco en la playa practicando snorkel lo que restaba de mañana, y cuando se hizo la hora comimos en un restaurante de la playa y hasta la vista!. Todos los participantes lo pasamos genial en esta actividad deportiva, diferente de lo habitual en un club de montaña, en la que las cotas se medían en «metros bajo el nivel del mar» en lugar de a lo que estamos acostumbrados. ¡Una actividad que tiene que repertirse!.