Ha llegado ya el tiempo de los días más largos del año, por tanto hay que aprovecharlos bien. Eso fue lo que hicieron ocho montañeros del Club Litera este pasado fin de semana, ascendiendo a tres cumbres de la cresta de Troumouse, todas de más de 3000 metros. Para ello, el sábado se desplazaron hasta Chisagüés para acabar pernoctando junto a sus vehículos en la Plana de Pietramula, un precioso paraje rodeado de montañas al que se acceder tras un buen recorrido por pista de tierra. Durante la noche hubo tormenta, de tal manera que el viento,el agua y el granizo les restó un poco de tiempo de descanso. El domingo, ya preparados al alba, tomaron la senda que conduce a los lagos de La Munia o de La Larri. Durante esta primera ascensión a ratos la niebla les acompañaba, al igual que los sarrios, que pastaban tranquilamente en las empinadas laderas circundantes. Dejando atrás el desvío que conduce hacia el Robiñera, continuaron su marcha hasta alcanzar los lagos, donde pararon un instante a observar la belleza del paisaje y las montañas reflejadas en las cristalinas aguas. A continuación afrontaron una dura subida hacia el collado de la Munia. Una vez ahí, tomaron fuerzas con un almuerzo y se equiparon para el asalto a la cumbre más alta del día. El ascenso es dificultoso y requiere habilidad. Incluye pasos difíciles y expuestos, trepadas y el famoso «paso del gato» que está equipado con una cuerda. Tras haber superados todas estas pruebas la recompensa es inmejorable, el pico de La Munia con sus 3.133 metros de altura es una atalaya privilegiada a Francia, España y los circos de Barrosa y Troumouse. Como el horario lo permitía, continuaron por la cresta hasta conquistar el Pequeña Munia (3.096 m.) y el Sierra Morena (3.090m). Quedaba muy cerca ya el Troumouse, pero su acceso es difícil y el regreso iba a ser largo y costoso. Ya volveremos en otra ocasión, se dijeron. Sobre los pasos andados regresaron hasta el punto de partida, finalizando la jornada en Parzán tomando unos refrescos a la sombra, bien merecidos.