A pesar de que la previsión meteorológica no era muy halagüeña y dado el medio en que se iba a desarrollar la actividad, se valoraron las posibles contingencias adversas y el grupo optó por desplazarse hasta Escalona y replantearse el objetivo sobre el terreno. Una vez allí los once componentes del grupo, comprobando que se podía circular con seguridad, continuamos camino hasta el aparcamiento que nos sitúa en la entrada del Cañón de Añisclo. Tras tomar las debidas precauciones ante la posibilidad de que la nieve nos sorprendiera a la salida, nos dirigimos a la entrada de la cavidad.
Una vez en el interior, con temperaturas más agradables que en el exterior, se pudo realizar el recorrido con comodidad dado que en estas fechas el curso fluvial lleva escaso caudal. Disfrutamos de bonitas formaciones e incluso pudimos recorrer la zona habitualmente sifonada ya que en ese momento estaba completamente seca.
Al salir nos encontramos con un esplendido día soleado que nos permitió contemplar un espectacular paisaje invernal en el camino de regreso.