Hoy le tocó el turno a la sección de Media Montaña, que organizó la ascensión al pico Mont-Redón de 859 metros, punto culminante de la sierra de Llaberia en el Baix Camp de Tarragona. Quince montañeros acudieron a la llamada. La ascensión partía desde Pratdip, un pequeño pueblo que vigila desde su esbelta atalaya el único paso existente entre las montañas. La senda trepa entre terrazas que sostienen plantaciones de almendros y avellanos, para después adentrase en un espeso pinar. Más arriba, en una ladera fuertemente azotada por el viento, los pinos desaparecen y la senda a duras penas se abre paso entre el monte bajo y el matorral. Cuando alcanzamos los primeros escarpes de las Crestas de la Seda el paisaje se abre a nuestros pies mostrando un mar intensamente azul y reluciente bajo el sol. Desde las alturas divisamos en la lejanía las grúas del puerto de Tarragona y con más nitidez, el cabo de Salou y su extensa playa que se extiende por el litoral hasta las primeras arenas del delta del Ebro que se oculta tras las montañas. La ascensión por la cresta resulta divertida y emocionante. Por suerte, al acercarnos a la pared, quedamos protegidos del viento del norte y podemos ascender sin peligro por el vertiginoso precipicio. Un poco más arriba un obstáculo más vertical, bien equipado con cadenas, es la última dificultad de esta cima. Tras superarlo volvemos a enfrentarnos al violento viento que azota la estepa cimera, hasta que por fín llegamos a la cumbre del Mont-Redón. Descendemos hacia la otra vertiente protegiéndonos del aire y nos dirigimos hasta el Cavall Bernat, una cota próxima de 804 metros pero de mas difícil acceso. Tras comprobar que en esta zona el viento no es tan fuerte comenzamos la trepada que culmina en un pequeño diedro antes de la cima. Desde la cruz que marca el punto más alto contemplamos el espectacular paisaje, el mar no es un elemento habitual en nuestras excursiones y su visión desde las alturas resulta magnífica. De regreso en el pueblo de Pratdip aprovechamos para conocer su torre y ver un poco el pueblo, y celebrar este gran inicio de 2012 para el Club Litera.